Surface y otros productos revolucionarios

A veces el mercado no tiene tan claro que quiere. Entonces surge que las empresas tratan de descifrar qué podría llegar a querer el mercado, en palabras más sencillas, que quieren las personas para mejorar su calidad de vida (trabajo, tiempo con la familia, etc).

Un ejemplo interesante de éste fenómeno actual, puede ser el "Microsoft Surface", una mesa de cristal líquido que identifica en modo inteligente los objetos que se apoyan sobre ésta y tiene funcionalidades de smartphone.



Ahora bien, suele suceder que nos encontramos un poquito bombardeados por millares de posibles productos de consumo con infinitas especificaciones.
Posteriormente se nos califica de "consumistas" al no saber que comprar pues no sabemos que queremos y terminamos comprándolo todo.

Por otro lado, en algunas ocasiones podemos quedar realmente "imnotizados" por las tecnologías del estado del arte.Podemos por ejemplo pensar en el efecto iPhone en la distinción social o cualquier otro objeto de culto.

Resumiendo, está bueno que las empresas estén contínuamente tratando de enteder a los consumidores. Sin embargo, podría resultar excesivo el vaticinio de nuevos productos como revolucionarios. Los productos revolucionarios se ven con el tiempo, cuando ya una gran cantidad de gente ya los usó y realmente tuvieron un cambio positivo en sus vidas.

Llegando incluso a extremos... ;)

The Cryptographer

Could a cryptographic piece of code be unbreakable?
That's not the question Tomas Hill tries to address in his book "The Cryptographer". Nor to describe a conspiracy of hackers to conquer the world. It's about money, what if
Well, definitively a tax inspector is not really a prospect of a standard hero. But we there's no need for a hero, nor the need for a bad boy either.
Through some suspense Tobias Hill question yourself what do you think about money, and Anna, the tax inspector who is the main character, show us the path of her decision-making.

The Cryptographer
by Tobias Hill.
another review: Eurocrime

Lingua e antilingua I

Un vero gioiello di Italo Calvino. Sembra che sia scritto oggi.

Lingua e Antilingua

“Il brigadiere è davanti alla macchina da scrivere. L'interrogato, seduto davanti a lui, risponde alle domande un po' balbettando, ma attento a dire tutto quello che ha da dire nel modo più preciso e senza una parola di troppo: 'Stamattina presto andavo in cantina ad accendere la stuffa e ho trovato tutti quei fiaschi di vino dietro la cassa del carbone. Ne ho preso uno per bermelo a cena. Non ne sapevo niente che la bottiglieria di sopra era stata scassinata'.

Impassibile, il brigadiere batte veloce sui tasti la sua fedele trascrizione: 'Il sottoscritto, essendosi recato nelle prime ore antimeridiane nei locali dello scantinato per eseguire l'avviamento dell'impianto termico, dichiara d'essere casualmente incorso nel rinvenimento di un quantitativo di prodotti vinicoli, situati in posizione retrostante al recipiente adibito al contenimento del combustibile, di aver effettuato l'asportazione di uno dei detti articoli nell'intento di consumarlo durante il pasto pomeridiano, non essendo a conoscenza dell'avvenuta effrazione dell'esercizio soprastante'."

Italo Calvino, 1967.