miércoles, abril 25, 2007

Roma, 25 de Abril

Queridos:
Aprovecho que hoy se festeja la liberación(del trabajo quizás, porque nadie
labura) y les escribo de que ahora empievo a contarles alguna cosa que otra de la cotideaneidad de vivir en Roma, de la “diara” como dicen algunos.
Mis disculpas del caso por la interrupción de comunicaciones, desde el pasado febrero.
Agradezco a Alberto por impulsarme a compartir estas cosas que hacen que todos los días sean días especiales.
Saludos,
Pablo

martes, abril 24, 2007

¿Dónde vivo?

En las nubes. Bueno aparte de eso el lugar físico en el que estoy se llama “Pirámide”, en el sur de la ciudad.




Resulta que por el año 100 d.C. erigieron un Pirámide que al día de hoy se conserva y es la que aparece en la foto. Asimismo, durante el declino del imperio romano se construyeron las murallas aurelianas, hechas por Aurelio para proteger la ciudad de los bárbaros. Una cosa interesante es que la pirámide quedó ahí a la entrada de la ciudad, la cuál se llamaba la Porta di San Paolo (también en la foto).



No tan lejos de esta puerta está una de las cuatro basílicas de la ciudad, la Basílica de San Pablo fuori le mura, realmente enorme y muy linda (ciertamente no parece muy original el nombre).

Ya en el principio del siglo pasao, cuándo los trenes comienzan a ser claves para el desarrollo de la ciudad, se construye al lado de la pirámide la estación Porta di San Paolo y la estación Roma Ostiense separadas por una centena de metros.




Al día de hoy también hay una estación de Metro y el tren sigue yendo al Lido de Ostia, que tuitos los días lo tomo y me deja en 10 minutos en Tor di Valle, donde laburo.




Bajando con el trenino se llega al parque de “Ostia Antica” y luego al Lido, donde està el balneario de roma, pero eso quedará para otra ocasión.

p@blo

I - Un viaggio particolare


Partenza: Roma, miércoles 4 de abril, 20:15hs.

Destino: Praha, jueves 5 de abril 11:30hs.

Lema TrenItalia del viaje: “Siamo in ritardo, ci scusiamo per il disagio”.

Y así comenzaba el viaje rumbo a las vacaciones que se habían acortado al fin de semana largo debido a los percances durante la búsqueda de apartamento en Roma.

Así había comenzado, apenas a las 19 dejé en la habitación la mochila de campamento y volé con el metro a Termini para llegar con pocos minutos a tomar el tren lechero hacia Ancona, el cuál por obra extraña del Señor salía en horario y con el cartel TrenItalia, dos cosas por demás incongruentes.

No obstante vale aclarar que TrenItalia se cambió nuevamente de nombre, luego de ser Ferrovia dello Stato, ahora es RFI red ferroviaria Italia (y si, es lo que hay). Igualemente siguen fieles a su tradición.

Una vez en Ancona terminé mi valija, me jui a dormir unas horitas y por la mañana cerré las cuentas con el alojamiento para estudiantes. Unas 5 horas me unían a Venezia, donde mi madre, Graciela y Luis me esperaban para tomar el tren nocturno a Praha.

Por fortuna en Venezia se estaba bien, había algo de sol y pasear por los canales es una cosa sensacional, casi tan mágica como la primera vez que pasé por ella, apenas un mes antes.